Las pequeñas luces. Alexandre Estrela en Travesía Cuatro

 





Entrada/Salida, Alexandre Estrela, 2024. Cortesía de Travesía Cuatro


La luz puede ser efímera, inasible y, a veces, más reveladora en su fuga que en su captura. Alexandre Estrela (Portulgal, 1971) es conocido por su exploración de los límites formales y perceptivos del video y la imagen en movimiento. Su obra ha sido exhibida internacionalmente y forma parte de importantes colecciones, como la del MoMA o el Museo Reina Sofía. En sus proyectos, Estrela investiga la materialidad del medio, el intervalo y la relación entre dispositivos tecnológicos y la percepción, características presentes también en su más reciente exposición, Viewsonic.

La muestra presentada en Travesía Cuatro propone un homenaje al proyector ViewSonic Pro7827HD, un modelo compacto Full HD diseñado para uso doméstico. Fabricado durante un período limitado (2016-2019), este aparato destacó por su capacidad para reproducir una amplia gama de colores y por incluir un altavoz integrado de 10 W a un costo accesible.

La obra de Estrela se enmarca en una tendencia clave del arte contemporáneo que, en los últimos años, ha redirigido su interés hacia la materialidad y la especificidad técnica del cine y el video. Este tránsito del cine al espacio expositivo, visible en artistas como Tacita Dean, Rosa Barba o Hito Steyerl, reactiva los caminos abiertos por el cine expandido en los años 60 y 70. Aquella corriente desarmaba el aparato cinematográfico para cuestionar críticamente su estructura y los mecanismos ideológicos que sustentaban su funcionamiento.

Sin embargo, la exposición actualmente exhibida en Travesía Cuatro esta exploración se musealiza adoptando una estética más enumerativa que crítica. Aunque lleva por título Viewsonic, la muestra pasa por alto una de las características clave del proyector: su bocina integrada. Al apoyarse en otras (y muy voluminosas) potencias, la propuesta sacrifica la oportunidad de abordar con rigor y radicalidad formal los límites del dispositivo.

Ejemplo de ello es Entrada/Salida (2024). Una pantalla metálica y rugosa suspendida en medio de la sala recibe la proyección de una imagen de una cueva. Un tubo amarillo se interpone y genera una sombra. El sonido - que proviene de otra bocina - provoca la vibración del tubo, que amplifica la señal analógica y, consecuentemente, su sombra oscila. La pieza explora la relación entre barreras físicas y el espacio virtual proyectado, pero lo hace de manera opaca, dejando a menudo al espectador con preguntas sin resolver sobre sus mecanismos y, por qué no, significados.

Fotografía de exposición de Tape Worm, Alexandre Estrela, 2024


En Tape Worm (2024), Estrela proyecta una cinta de audio sobre una pantalla metálica grabada con un circuito eléctrico. La cinta cambia de color y, según el texto de sala, genera sonidos vinculados a pájaros de forma aleatoria. Un trozo de celo amarillo marca un supuesto punto de lectura que rompe el sonido con cada paso del haz de luz. Sin embargo, todo está pregrabado y reproducido en bucle, eliminando todo azar posible: su previsibilidad frustra la promesa.

Barómetro (2024) podría considerarse la más humilde de las piezas exhibidas: silente, proyectada sobre una pared y de pequeñas proporciones. Pero es quizás también la más lograda de la exposición. En ella, un destello de luz filmado sobre el pasto se proyecta sobre la pared en la cual una serigrafía dibuja una escala arbitraria. La aberración óptica –en jerga, el flare– oscila en tamaño, y la escala se revela inútil para cuantificar fenómeno alguno. La imposibilidad de medir el destello convierte a esta obra en una reflexión sobre lo efímero y lo inasible, sobre la distancia entre el registro de la luz, su proyección y su percepción.

Serie de fotogramas de Barómetro, Alexandre Estela, 2024

"Las pequeñas luces son posibles, además de urgentes. Resplandores de inocencia en medio de la noche en que la luminaria excedida hace de ella un espectáculo", escribe Didi-Huberman en La supervivencia de las luciérnagas. En su conjunto, Viewsonic corre el riesgo de deslizarse hacia una nostalgia anticipada donde las exploraciones formales se diluyen en un juego sinestésico que no alcanza la solidez conceptual que, desde su título, promete.

Por Inés Vázquez. Enero 2025
Viewsonic, de Alexandre Estrela
Travesía Cuatro - C. de San Mateo, 16, Madrid
Del 16 de noviembre de 2024 al 15 de febrero de 2025


Comentarios

  1. Parece que apuntas hacia una crítica más enérgica, aunque no señalas más que una mera decepción: "no alcanza la solidez conceptual que, desde su título, promete". Es bella la referencia al texto de Didi-Huberman. Muy bien.

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