Un banco y un encuentro





 

José María García de Paredes. Espacios de encuentro.  

Museo ICO C/ Zorrilla, 3 Madrid  

De martes de sábado: de 11.00 a 20.00 h.  

Domingo y festivos: de 10 a 14.00 h. 24 y 31 de diciembre 10:00 - 14:00 h 1 de enero, 1 de mayo y 25 de diciembre cerrado.    

 

Por: Marius Ionut Scarlat

 

José María García de Paredes. Espacios de encuentro es el título de la exposición que podemos disfrutar en el Museo ICO. José María García de Paredes, arquitecto español, es homenajeado con esta muestra organizada con motivo de su centenario, en la que se presenta la primera retrospectiva de su obra. Comisariada por su hija, Ángela García de Paredes, la exposición incluye más de 400 piezas, entre planos, maquetas, dibujos y fotografías, que recorren cuatro décadas de trayectoria profesional.      

 

El título de la exposición ya refleja la esencia del trabajo de este arquitecto: el concepto de “encuentro”. Esta idea es una de las premisas clave de García de Paredes a la hora de concebir sus obras. Además, la exposición también representa un encuentro: el de la comisaria con el archivo de su padre, que ha tenido que organizar de forma meticulosa para mostrar su evolución profesional; y el del visitante con la figura del arquitecto, tal vez no tan conocido o reconocido como otros cuyas obras espectaculares suelen ser fácilmente atribuibles por un estilo distintivo. Por el contrario, José María García de Paredes se distingue por su humildad y su enfoque discreto, en el que el espacio, el paisaje y las dinámicas del lugar donde construye prevalecen sobre la marca personal del arquitecto.      

 

García de Paredes trabajó principalmente en obra pública, una disciplina que, por su propia naturaleza, implica construir espacios para todos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas y fomentar el encuentro.    

 

En la exposición se presentan más de 400 piezas, procedentes en su mayoría del Museo Reina Sofía, que fueron cedidas por la familia años atrás. La muestra sigue una narrativa clara, estructurada temáticamente con un orden cronológico.    

 

En la primera  sala encontramos un montaje al estilo Warburg que permite al visitante explorar los inicios y colaboraciones con otros arquitectos. En esta sala encontramos un enorme archivo del arquitecto. No es tarea sencilla trabajar con los materiales de otra persona, y menos aun cuando se trata de alguien cercano. Traducir cuatro décadas de trabajo y cientos de documentos en una narrativa coherente supone un desafío debido a las múltiples relaciones y conflictos que pueden surgir en este proceso. Al finalizar esta primera sala, descendemos por una rampa que nos lleva a la planta inferior. Este recorrido es, en mi opinión, uno de los elementos más fascinantes de la exposición. La rampa actúa como una transición hacia la obra culminante de García de Paredes. A lo largo del trayecto, se exhiben documentos de prensa que relatan el proceso y el impacto de traer el Guernica a España. En la segunda sala se presenta el dispositivo expositivo diseñado por García de Paredes para exhibir el Guernica. Aunque contiene elementos interesantes, como una vitrina a escala, esta sección resulta menos destacada en comparación con el resto de la muestra. Finalmente, la exposición se centra en los auditorios diseñados por García de Paredes, que representan un aspecto esencial de su obra.      

 

Esta estructura temática permite al visitante recorrer de manera eficaz las diferentes etapas del arquitecto, comprender su evolución y apreciar cómo unas obras influyeron en otras.      

 

En la última sala destaca un elemento aparentemente sencillo pero cargado de significado: un banco traído del Auditorio Nacional de Madrid. Este banco, accesible para el público, invita a sentarse, descansar y contemplar las cinco pantallas que proyectan imágenes de los diferentes auditorios diseñados por García de Paredes. Aunque pueda parecer insignificante, el banco encarna el espíritu de la exposición: el encuentro, la accesibilidad y la convivencia. Además, recuerda la importancia de los espacios comunes en el contexto actual.      


La sala está casi a oscuras, y el banco pasa desapercibido. Sin embargo, su presencia es motivo de alegría. Encontrar un banco en una sala de museo invita a detenerse, reflexionar y disfrutar de las obras desde otra perspectiva. Lamentablemente, cada vez son menos comunes en los museos, pero este gesto sencillo conecta profundamente con la manera de trabajar de José María García de Paredes.  

Comentarios

  1. Veo que no te has molestado mucho ni con las fotos ni con los pies de foto. La ficha de la exposición es incorrecta. Lo que interesa son las fechas en que la exposición está abierta al públio, no el horario de la sala. Lo de las cuatrocientas piezas también se repite. Parece que lo mejor de la exposición fuese el banco traído del Auditorio Nacional. El montaje de la exposición, sobre rieles de madera continuos, era muy original y no le prestas atención. Tampoco le prestas atención a toda la documentación de planos y a las maquetas en el centro de la sala.

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